15 Oct
15Oct

La semana pasada recibí la cámara por la que más he esperado, la EOS R5. Creo que desde la primera entrada al blog en mi web personal Giselle Galban que inicié en Enero de este año ya la estaba mencionando. Lo cierto es que esta cámara me llenó de ilusiones por muchos meses pues se hablaba maravillas de las prestaciones que tendría. La lanzaron en Julio y gracias a Dios la pude ordenar, y no fue hasta hace pocos días (Octubre) que la tuve en mis manos. Pero en todo lo que fue de Julio a Octubre algunos youtubers hablaron horrores de esa cámara, y no se me olvida que hasta un par de lágrimas se me salieron viendo videos que me hicieron creer que había cometido un error. Se habló mucho del sobrecalentamiento al grabar videos en 8k y en algunos de los formatos de 4K (no todos). Hubo quien llegó a decir que esta cámara no servía para video. Aun así no me atreví a cancelar mi orden porque aprendí a sacar mis propias conclusiones.  Aprendí que lo que a lo mejor no es bueno para otros, para mi si lo es o viceversa.

Hoy ya tengo mi primera experiencia para contar de la Canon Eos R5, luego de haberla estrenado en una boda a menos de una semana de tenerla. Para mi, todas las bodas son especiales, pues cada una es la experiencia única de una pareja. No me importa si la ceremonia es sencilla o muy elaborada, o si se realiza en un lugar simple o en uno lujoso. Como quiera que sea doy lo mejor de mi, sea en video o en fotografía, según me pidan. Pero tengo que confesar que días antes de esta boda me puse nerviosa, sobre todo cuando vi con mis propios ojos el lugar. Una iglesia pequeña, con iluminación muy pobre. Con luces y paredes amarillentas y con entrada prácticamente nula de luz natural. De verdad me asusté. Conozco mi cámara 5D Mark IV,  con la que he hecho fotos y videos por varios años y se que con ese tipo de iluminación, un reportaje de fotografía de bodas puede ser complicado, sobre todo porque los momentos de una boda pasan muy de prisa, y tienes que tomar las fotos de lejos con un telefoto para no entrometerte demasiado en la ceremonia. EL flash no te sirve mucho por la distancia, así que mejor apelar a ISOs un poco más altos, y aperturas más bajas teniendo cuidado de la velocidad de obturación para que las fotos no queden movidas. Aun así teniendo todos esos cuidados, las fotos corren el riesgo de no quedar bien enfocadas. Tenia temor de que con la R5 me sucediera lo mismo. 

Afortunadamente fui a la iglesia un día antes e hice muchas pruebas con las dos cámaras. Usé varios ISOs y allí mismo entendí que ISOs mayores de 1600 me daban un ruido para nada agradable, aun cuando la R5 tiene ISOs de 51200. Creo que fue sabio no subirlo más y apelar a la edición en Ligthroom subiendo  luego la exposición.

Mi experiencia es que en momentos como estos donde no puedes hacer nada para cambiar las condiciones del lugar porque las iglesias no son estudios fotográficos, ni lugares abiertos a la hora en que cae el sol, siento que lo mejor es no perder de vista que se nos ha encomendado el recoger para siempre los recuerdos del día más especial de una pareja y que captar esos momentos debe ser nuestro enfoque una vez de que hemos configurado nuestras cámaras de la mejor manera posible. Y eso fue lo que hice. Estaba segura de que las fotos tendrían cierto nivel de ruido contra lo cual nada podría hacer, aun teniendo una cámara superior,  pero me concentré en no perder los momentos. Para mi sorpresa, la R5 literalmente batalló con las peores condiciones de luz y el resultado de las fotos fue bastante decente. Estoy feliz de saber que la pareja aprecia este trabajo. Les he entregado más de 500 fotos y aquí solo les comparto algunas pocas escogidas prácticamente al azahar porque todas me gustaban y es que sus expresiones de amor y compromiso al final cuentan mucho más. No obstante no se puede negar que la situación de la  deficiente iluminación fue salvada por la calidad de la cámara.

Aún no he usado de manera seria la R5 para video, pero para fotografía puedo decir que me ha encantado y que es superior a la 5D Mark IV (sin quitarle sus méritos). El sistema de detección de ojos y caras es realmente un plus que valoro. Para mi que hago fotografías de eventos sociales, esos 45 megapixeles me son de mucho valor cuando por la rapidez del momento no puedo hacer encuadres perfectos y debo recortar la imagen en postproducción, manteniendo una buena nitidez. El rango dinámico me parece excelente. Pude aumentar la exposición en la edición unos cuantos pasos recuperando sombras y sin obtener mucho ruido, aun en condiciones difíciles de iluminación. Lamentablemente mi presupuesto aún no da para comprar lentes nativos de la serie R de Canon, pero con el adaptador todos mis antiguos lentes de montura EF funcionan muy bien y no me quejo.

Quise tener la R5 porque necesitaba otra cámara que me diera resultados similares o mejores que la 5D Mark IV, pues debo usar las dos cámaras a la vez. Es cierto que para video podría ser mejor una Cinema pero volvemos al tema del presupuesto al cual no llego. Si la R5 es cara, mucho más lo son las de la línea C de Canon, así que esta fue mi mejor opción. En esta oportunidad usé un 24-70 en la R5 y el 70-200 en la 5D. Para la próxima haré lo contrario porque es cierto que en una boda el telefoto se usa inevitablemente más, aunque el angular es necesario para los planos abiertos. Lo bueno es que cada experiencia me añade más conocimiento. Aún me falta incursionar en video y todavía tengo mucho más que aprender del uso de esta cámara en fotografía. Pero todo eso viene y ya les contaré. Por ahora los dejo con esta selección de fotos de la boda de Noah y Kayla, una bella y tierna pareja que me permitió estrenar la tan esperada y controvertida R5.

Noah & Kayla Wedding


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